Los rescates a la banca privada equivalen a 10 veces lo recortado en sanidad y educación

julio 13, 2012 

Ana Mulet, Madrid.

El ministro de Economía, Luis de Guindos, anunció en rueda de prensa que el Gobierno español solicitó al Eurogrupo el rescate del sistema financiero español.

 “Es una noticia mala, muy mala”, respondía la portavoz socioliberal. Se esconden los detalles finales. Los 37.000 millones de euros iniciales que daba el ministro de economía como necesarios para, según él, “sanear” las instituciones bancarias (propiamente, asumir el pago de su deuda), los cuales duplicaban la cifra de 19.000 millones que barajaba inyectar el gobierno, ascienden ahora a 100.000 millones de euros por parte del gobierno (el 10% de la riqueza que produce España en un año), a petición de los mercados europeos y forzados por la canciller alemana, Angela Merkel. Según la prensa socioliberal, “El Ejecutivo capitula así ante las fuertes presiones internacionales, ante el temor a que la banca española, la política griega o el pánico en los mercados detonen una espiral de estampidas bancarias e impagos de países que deriven en una depresión causada por un accidente financiero. Europa trata de poner un dique de contención en España. La respuesta de los mercados llegará tan pronto como mañana.” (El País, 10/Jun/2012). ¿Que piensan hacer con el dinero sobrante? Suena a timo y nueva tomadura de pelo. En tanto Rajoy seguía negando que se trataba de un rescate. El presidente del gobierno, en esas fechas no podía confirmar si al día seguirá con su agenda oficial: no sabe si acudirá a los actos que tenia previstos, ni siquiera al partido de fútbol que juega la selección española, (al que por supuesto si acudió) y al que tenia previsto asistir. ¿Qué es lo que tiene que esconder? La totalidad del rescate irá al FROB, la asociación de banqueros. Primero harán una valoración independiente, luego 2 auditorías para ver a quiénes les dan los fondos. Según la petición de rescate, el 30% de los bancos necesitan inyecciones de dinero público, en una operación encaminada a reafirmar el reaprovisionamiento de la Banca.

 Lejos de salir a declarar personalmente, Rajoy delegó en el ministro de economía, de Guindos, quien lo justificaba afirmando que él “está en el eurogrupo, Rajoy no”, ¿es esta una excusa válida? No les suena a cobardía flagrante… por otro lado habrá dos valoraciones independientes y dos auditorías que decidirán qué dinero necesitan quiénes. Pero la cifra real no la han concretado. Ahora sabemos que rondará los 600.000 mil millones de euros. Tal vez estén esperando a que lo dicte Estados Unidos. Cuando hizo su discurso, De Guindos afirmó que “no sabía cuándo llegaría el primer fondo de dinero”. Luis de Guindos no sabe nada. “No tiene urgencia en recibir el dinero”, y desconoce si será FM ó el FMI quien proceda a gestionar este rescate, que suponía, en el caso de los primeros 100.000 millones de euros, un aumento de un 10% de la deuda interior bruta del país.

 Asimismo, ha negado que esta ayuda suponga un fracaso de la reformas financieras aprobadas por el Gobierno, recordando que éstas han sido elogiadas por Fondo Monetario Internacional (FMI) en su informe evaluador del sistema financiero español. No le parece todo cada vez mas esperpéntico, porque recuerden: “No habrá rescate a la banca”. Con esta contundencia se expresaba Rajoy el pasado 28 de mayo, en una rueda de prensa tras la reunión del comité ejecutivo del PP. El jefe del Ejecutivo descartó de plano que la banca española necesitara el rescate de fondos europeos. Unos días después, el 2 de junio, el presidente aprovechaba su presencia en las jornadas del Cercle d’Economia en Sitges para reiterar que “España saldrá de la crisis por sus propios medios” y aseguraba que el país “no está al borde del precipicio”. “No estamos preparando absolutamente nada”, decía por su parte el ministro Guindos el 7 de junio, para desmentir las informaciones del diario alemán Die Welt, según las cuales España estaba estudiando solicitar una línea de crédito preventiva del fondo de rescate europeo para recapitalizar la banca española.

 Un día antes, el 6 de junio, Montoro aseguraba: “Los hombres de negro no van a venir a España”. Ahora sabemos que ya llevaban varias semanas alojados a las afueras de Madrid. De esta forma, trataba el ministro de disipar unos rumores provocados por él mismo, sobre un inminente rescate, con unas declaraciones que la prensa internacional interpretó como una velada solicitud de ayuda.

 El pasado día 9 de junio, pidió a través de videoconferencia urgente el rescate. Se pone de manifiesto el compromiso de los socios con el proyecto del euro: “Es una señal muy positiva para eliminar las dudas que existen sobre el euro”, dice Guindos. ¿Positiva para quién? Según De Guindos: las necesidades de capital calculadas por el FMI “son manejables”. Nacionalizaron Bankia, socializando los activos tóxicos, es decir, las pérdidas: el estado se hizo con el 100% del Banco Financiero y de Ahorro (BFA), las siete cajas fundadoras del grupo quedaban fuera del accionario: Caja Madrid, Bancaja, La Caja de Canarias, Caja de Ávila, Caixa Laietana, Caja Segovia y Caja Rioja. Según el presidente de Caja Madrid, saneadas conveniente, esperan poder recuperarlas, esto es, sanearlas con dinero público para volver a privatizarlas.

 Azuzado por el ultimátum del FMI, el gobierno de Rajoy prevé emprender una posible nueva ofensiva de recortes a partir del 11 de Julio de 2012. Según el ultimátum, Rajoy no está cumpliendo los plazos designados por el FMI, siendo además demasiado blando.

 ¿Por qué tanta ocultación, manipulación y mentiras? Sólo las mentiras necesitan elaboración. Todo lo que están haciendo es ocultar el fracaso de su política y el descalabro y hundimiento de la banca española. Rehúyen hablar de sus causas e intenciones futuras. La verdad sale sola, (aunque solo sale el día que se celebra algún partido de la selección española de fútbol) no necesita tanto maquillaje para ser dicha. Eso nos lleva a una última conclusión: Rajoy y todo el gobierno en bloque nos mienten. Llevan haciéndolo, de manera sistemática, desde el primer discurso pre-electoral de las pasadas elecciones generales, que ganaron mediante la mentira más obvia y ruín a todos los que confiaron en ellos.

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